jueves, 10 de mayo de 2012

Las mamas aman la mercadotecnia.

Pienso que después del día de San Valentín (que por cierto, nadie festeja en sí al santo en cuestión, que irónico) el día en el que se venden más flores, globos y sin fin de cosas es: el día de las madres. 
Que aunque  un mes después estarán "arrumbadas" todas esas cosas en algún escritorio y servirán de pisa-papeles, las flores se marchitarán a los días y los globos se desinflarán poco a poco, ellas siempre esperan ese detalle de parte de sus hijos e inclusos, sus esposos ¿por qué? Yo no lo sé, si alguno de ustedes lo llega a comprender, háganme saber.

Y como no mencionar a los dichosos bailables de la primaria y hasta de la secundaria. Esos minutos en los que se hace el ridículo frente a tanta gente, todos desconocidos. Las mamas ya deben saberse de memoria las canciones de Cri-cri (o al menos a mí me tocó éso). Yo siempre fui un verdadero asco para ese tipo de cosas, tal vez nunca me interesó mucho o tal vez era demasiado penosa con ese tipo de presentaciones.

Y que decir de los "regalos" hechos a mano en la primaria. Yo recuerdo perfecto el mantel que le regalé a mi mamá, era sólo un pedazo de tela con una costura en la orilla y mi profesora le puso su nombre con pintura acrílica roja, todos los de mis compañeras era iguales, sólo cambiaba el nombre de sus respectivas madres. Pero, yo siempre he sido un poco desesperada, y pensaba que ya debía estar seca la pintura, y bueno, ya sabrán como quedo el presente, en fin, ella sabía fingir y agradeció el detalle.

Pero, ¿qué pasa? Crecemos y con ello recibimos muchas responsabilidades, y una de ellas es: comprarle aunque sea una flor a la mujer que nos pario o bueno, para que se lea bonito: la mujer que nos tuvo en su vientre y luego nos cuido cuando eramos tan solo unos bebés llorones. 
El diez de mayo (tengo entendido que en otros países es hasta el segundo domingo del mes de mayo) en especial en México, es un festejo grande, dan la salida temprano en muchos trabajos y escuelas, muchos otros van a los cementerios a decorar el lúgubre lugar con flores y elevar sus oraciones en nombre de esa mujer tan especial que ya no está con ellos.


¿Tú que le regalaste a la mujer que te cambió los pañales?


Gracias por leer

Rc.

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