viernes, 2 de septiembre de 2011

Un viernes de entrada y salida.


Hace unos minutos estaba acostada en el suelo de mi habitación, mirando hacia el techo a medio pintar con una mano bajo mi cabeza y otra en mi vientre, con una sentía los latidos y con otra mi rítmica respiración (que por cierto, es lo único en mi que tiene un ritmo decente...a veces) y de ambientación música más depresiva que una hora entera de ver "La academia". 
Y es que, en realidad no tengo una idea en concreta para hacer ésta entrada, simplemente, quise abrir mi página de blogspot y garabatear un poco. 
Últimamente he estado un poco reflexiva sobre asuntos existenciales (no se preocupen, no me quiero suicidar), simplemente, estuve pensando en cosas como, ¿Lo que nosotros pensamos que es importante ahora, mañana lo será? Imagínense, hace unos siglos, nadie se imagino que ahora, en pleno siglo XXI fuéramos a usar artefactos que sirvieran para estar en contacto con otras personas al otro lado del mundo. Ahora, el mundo está evolucionando "más rápido". Y es justo eso lo que me hace pensar en "¿Más rápido? Pero, ¿cómo medir eso?" Yo siento que aun he vivido muy poco, pero a la vez, he aprendido mucho, he conocido muchas personas (y no me refiero  mis contactos en facebook o twitter) y esto me ha hecho un persona diferente, cada día con una idea más entre-lazándose  la enorme familia que forman mis neuronas. 
Estamos viviendo en un mundo donde ya pasaron muchos otros, pero nos sentimos dueños de el. El sitio donde tu estás, donde tu dices que es tu casa, si, ahí, tal vez ahí fue el lugar donde marcó la vida de una persona que murió hace muchos años, tal vez siglos. pero, nosotros no solemos detenernos, ponerle "pause" a nuestra acelerada rutina y pensar un poco, imaginar como fue el pasado y así tratar de comprender un poco más el presente y predecir el futuro. Estamos acostumbrados a ver nuestra realidad solo desde una perspectiva. Somos como los caballos que arrastran una carreta, que tienen puestos unos visores, que en realidad su función es todo lo contrario, nos acostumbramos a ver solo para un solo lado o mejor dicho, a no ver todo lo que tenemos a nuestro alrededor. Tenemos unas escamas en los ojos, pero, nos gusta la oscuridad. Tenemos cocida la boca, pero, nos gusta el silencio. Nos quejamos de la pobreza, pero nos gusta la comodidad. 
Todos queremos ser reconocidos en el mundo, y para lograrlo usamos las cabezas de otros como escalos para poder llegar a "la cima". Otros se quedan en el camino, unos despistados se pierden y no tienen ni idea de lo que pasa. Otros son los que sirven de apoyo para otro que quiere acender. ¿Tu cuál eres?
Tal vez sea solo el momento depresivo en el que estoy por lo que escribo estás cosas, disculpen las molestias, estoy en plena adolescencia y necesito desahogarme.






Consejo del día: Si se quieren deprimir, no escuchen Keane, no sirve

P.D. Soy buenísima con esto de la psicología inversa.

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