viernes, 16 de septiembre de 2011

La imagen lo dice todo.



México, a mi parecer, todo el mundo lo ve como el país de flojos o de borrachos. Y la verdad, es que, ¡NO! Bueno, no tanto...
En fin, como todos saben, estamos de fiesta aquí en México ya que celebramos nuestro aniversario 201 de ser "independientes" (y no me hagan hablar de ese tema) y para estas fiestas, todos sacan su espíritu mexicano y organizan fiestas, comen enchiladas, flautas, hacen carnes asadas (en el norte) y ¡DIOS! que si toman hasta embriagarse, o hasta obtener el valor y salir a la calle y gritar: "VIVA TU =)/$#%("#" según que pase primero, pero, es lo normal. Y mi colegio, como toda institución mexicana, organizó una fiesta tradicional para la ocasión, bueno, si se puede decir eso, porque, juntaron festividades como, la independencia y la revolución (que es en noviembre) y fue... ¡DIOS! Horrible, bueno, autoridades del colegio, si leen esto, en serio, fue muy fea. En fin, les explicaré más o menos como estuvo.
En primero, fue en la tarde (siempre se organizaba en la noche) por cosas de "seguridad", y tuve que presentar, junto con demás compañeras de la preparatoria, una obra del porfiriato, sé lo que han de pensar "nada que ver", y si, INCONGRUENCIAS de la vida. Acabando esto, fueron los bailes típicos de diferentes regiones de México, a cargo de las pequeñinas alumnas de primaria y esto fue super express, pero, lo que nadie se esperaba, o mejor dicho, nadie se puso a pensar que, cuando acabaran los bailes todos, TODOS, iban a ir directo a comprar la comida que ahí mismo se vendía (enchiladas y flautas). Y realmente, fue un ASCO, tenías que esperar ¡HORAS! Literal, yo estuve alrededor de una hora y media (y eso que me metieron en la fila)  esperando a que me dieran mi orden. Y dirán, ¿Por qué, Rochi, por qué pasó eso? Y yo les diré, porque eran solo 3 señoras preparando los platillos, y más de 200 personas esperando su turno. Imagínenme, con harina en el cabello (mi papel en la obra era una abuela) cansada, con calor y aparte, en el hombro una bolsa con: libros, chucherías, de todo, pero, no podía faltar, el libro de anatomía (pesadísimo, es como el libro del atlas que se usaba en la primaria, solo que más grueso). Y ahí estaba yo, esperando mis flautas o enchiladas, lo que fuera, yo solo quería comer. Y cuando me dan mi platillo, ¡O H P O R D I O S! No hay mesas, y si, tuve que comer sentada en el suelo. Así de triste fue. Pero, ya es fin de semana, hoy no tuve clases y espero pasar unos días más tranquilos y descansar un poco,leer, y por favor, no sean malos, si viven cerca de mi casa, no pongan el karaoque hasta altas horas de la noche.

Gracias por leer

Rc

No hay comentarios:

Publicar un comentario