sábado, 10 de septiembre de 2011

Gripe + Sin internet = mataré a alguien.


No les ha pasado que todos los que están a su alrededor se empiezan a enfermar de gripe y ustedes dicen: “NO, yo no me voy a enfermar” y al día siguiente despiertan sin poder respirar porque, hay algo en sus narices que les impide hacerlo, y se dan cuenta que ese algo es…si, ¡MOOOOCOOOOO!  ??
En fin, eso me pasó a mí. En Monterrey ya está “refrescando” un poco, bueno bueno, ya está un poco más agradable, ya no amanece con los riquísimos 34°C (sarcasmo al decir riquísimo) como hace un mes. Y nada más se asoma una nubecita en el cielo y ya todos están estornudando, hasta pareciera que somos alérgicos al frío.
Y como si fuera poco que me haya contagiado de gripe, Dios decidió también quitarme el internet, no sé si fue un castigo divino o que Slim estuvo jugando otra vez a quitar y poner los servicios de Telmex. Ya me imaginarán, sentada en mi banco del colegio, con mi voz gangosa y con el moco escurriéndose en plena clase de anatomía. ¡PERO! Fuera de eso, creo que mi semana no ha sido tan fea, terminé un libro que tenía mucho leyendo, hice mis tareas y hasta me dormí temprano, todo gracias a que no tenía internet.
Lo horrible de todo esto es que: 1 ° No duermes a gusto, te despiertas en plena madrugada buscando el paquete de Kleenex porque ya no puedes respirar. 2° Tienes que entretenerte con, con… ¡CON NADA! No hay nada interesante que hacer y no te queda de otra que convivir en familia, está bien, ignoren eso último. 3° Tengo que auto-medicarme, está bien, no me auto-medico, solo tomo pastillas que me quitan el dolor articular y la fiebre que me hace soñar cosas raras, y, hablando de soñar cosas raras, el viernes que llegué  mi casa del colegio, era tanta mi pereza que me dormí sin haber comido antes, ya se imaginarán, soñé con platillos exquisitos y ¡DIOS! Casi muero ahí, sino es que me desperté para hacer algo de comer, ya saben: ¡PASTA! Y, otra cosa 4° Cuando estás enferm@ de gripe y que, aunque inhales profundamente, ¡NO HUELES NADA! Puede pasar un zorrillo frente a ti, y no te darás cuenta.   O sea, es como si te hubieran cortado la nariz, y  peor que eso, puedes estar comiendo un pastel delicioso, y a lo único que te sabe es a cartón, literal, no encuentras la diferencia entre un manjar y un pedazo de madera.
En fin, dejaré de quejarme de éstas cosas, y mejor iré a embarrar otro lugar, aparte del teclado, con mis mocos.
Gracias por leer.
Rc.

Dato curioso. Cuando estoy mocosa, soy la persona más negativa que puedan conocer.

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